Hace unos días hubo un atentado en Israel, en la ciudad de Dimona, una mujer de 73 años resultó muerta. Pensé aliviada: “Ufff. Sólo fue uno.” Uno. ¿No es cruel pensar, sólo fue uno? ¿No es cada vida preciosa?
La última vez que mi corazón se medio alborozó al pensar que en vez de haberse cometido una masacre con decenas de muertos, los asesinos sólo habían conseguido arrebatar dos vidas… aquella vez la tristeza de dos adolescentes me inundó. Una de las vidas arrebatadas era la de uno de sus amigos, la otra la del padre de otra de sus amigas. Me sentí tan mal, tan mal…
Hoy leí la historia de un diplomático español que salvó a tres personas. Una mujer, su madre y su marido. Pensé ¡qué poco! Recordé las palabras del Oskar Schindler, con rostro de Liam Neeson que decía “podría haber hecho más”.
Después pienso en una única persona, una mujer. Joven habitante del infierno. Sólo una vida. Sin esa vida milagrosamente salvada por la casualidad, la suerte, la divina providencia o lo que sea, mi amor, la persona a la que amo no estaría aquí. ¡Cuán diferente sería mi vida entonces! ¿Qué sería de mí sin esa nariz? ¿Sin esos ojos? ¿Sin esa voz? ¿Sin esas manos? ¿Sin ese cuerpo delgado y esa piel cálida? ¿Sin esa completud que me hace sentir tan llena y vacía al mismo tiempo? ...
En qué cosas más extrañas pienso…
Definitivamente el Talmud tiene razón cada vida vale un mundo entero. O se pierde, o se crea.
La última vez que mi corazón se medio alborozó al pensar que en vez de haberse cometido una masacre con decenas de muertos, los asesinos sólo habían conseguido arrebatar dos vidas… aquella vez la tristeza de dos adolescentes me inundó. Una de las vidas arrebatadas era la de uno de sus amigos, la otra la del padre de otra de sus amigas. Me sentí tan mal, tan mal…
Hoy leí la historia de un diplomático español que salvó a tres personas. Una mujer, su madre y su marido. Pensé ¡qué poco! Recordé las palabras del Oskar Schindler, con rostro de Liam Neeson que decía “podría haber hecho más”.
Después pienso en una única persona, una mujer. Joven habitante del infierno. Sólo una vida. Sin esa vida milagrosamente salvada por la casualidad, la suerte, la divina providencia o lo que sea, mi amor, la persona a la que amo no estaría aquí. ¡Cuán diferente sería mi vida entonces! ¿Qué sería de mí sin esa nariz? ¿Sin esos ojos? ¿Sin esa voz? ¿Sin esas manos? ¿Sin ese cuerpo delgado y esa piel cálida? ¿Sin esa completud que me hace sentir tan llena y vacía al mismo tiempo? ...
En qué cosas más extrañas pienso…
Definitivamente el Talmud tiene razón cada vida vale un mundo entero. O se pierde, o se crea.
3 comentarios:
De todo lo que te leí esto es lo que más me gustó.
Casi no te reconozco en este texto, sin embargo sé que esa que escribió esto sos "más vos que vos misma antes".
Eso me alegra mucho.
Besos...
Me gustaría que:
borraras este comentario
me recordaras que hablemos de esto, de por qué me gusta tanto este texto, de qué pensabas o sentías al escribirlo, no sé... porque tal vez esta no seas tan vos misma, pero estaría bueno que lo pensaras y me gustaría que me cuentes qué pensás
Sólo quería mandarte un saludo. Me ha gustado mucho.
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