miércoles, 31 de octubre de 2007

Gabriela

Se miró en el espejo, se había hecho y deshecho la coleta unas cuantas veces. Se había maquillado y desmaquillado varias veces, ¿gafas o lentillas? Seguía sin decidirse. No podía cambiarse de ropa… quizás había sido un error elegir aquellos vaqueros informales. La culpa la tenía aquel hombre, ¿por qué no le dijo que iban a ir a buscarla? ¿Por qué no se lo dijo hasta el momento justo de verla irse a embarcar? ¿Qué iban a pensar de ella?

Se maquilló un poco los labios y los ojos, llevaría puestas las lentillas porque no era capaz de encontrar las gafas, esperaba no haberlas perdido. Un poco de perfume para disimular el olor a viaje. Olor a viaje, eso es lo que su padre solía decir.

“Huelo a viaje” decía cada vez que entraba en casa después de un largo viaje y sonreía mientras ella bajando corriendo las escaleras para poder abrazarle y arrugaba la nariz al sentir el olor de su piel sudada. Siempre sacaba algo de su bolso de mano que había encontrado para ella. Su sonrisa desapareció por unos instantes, aun no había superado haber discutido con él.

Un golpecito en la puerta la devolvió a la realidad. Una voz femenina anunció que estaban a punto de aterrizar y que debía volver a su asiento. Recogió a toda prisa el contenido de su neceser, echó un último vistazo a la mujer que veía al otro lado del espejo y apartó un mechón de pelo de su cara.

“Gabriela, me llamo Gabriela” —se repitió a sí misma.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me gustó el comienzo. =)