viernes, 16 de febrero de 2007

Haan y Magda (11º y fin)

Magda se detuvo ante la puerta, Lena se había apoderado de un mechón de su pelo y le había pegado un tirón. Definitivamente tendría que cortárselo o su hija acabaría dejándola calva. Dejó las bolsas en el suelo y se dedicó con delicadeza a desprender los dedos de su hija de su largo cabello—: Es mi pelo, Lena, no está bien que me tires de él. Me haces daño.

—¿Le llevo las bolsas, señora? —dijo una voz masculina ante ella. Había abierto la puerta al verla, atravesar el patio, desde la ventana. Cogió la niña de los brazos de su madre y una de las bolsas y entró en la casa—. Niña perversa, no dejas dormir a mamá.

—¿Estás mejor?

Él le acarició la cara, y le apartó un mechón que le tapaba el ojo izquierdo—: Tengo mejor cara que tú.

—¿Dormiste bien? —Magda dejó la bolsa en la cocina, y puso las flores en un jarrón mientras él acostaba a Lena en su cuna.

—Sí, tranquila. ¿Cómo está Mei?

—Bien. Me ha vuelto a revisar la mano.

—¿Todo bien?

—Se equivocó de mano.

Haan soltó una carcajada.

—¿Por qué no te duermes? Esta noche apenas has dormido.

—Odio dormir sola.

Magda dejó que Haan la arrastrara hacia la cama. Y dócilmente se echó en ella aún vestida. Haan la tapó con una manta, se echó junto a ella y le cantó una nana portuguesa, de esas que Magda le cantaba a Lena para hacer que se durmiera: Dorme enquanto eu velo... Deixa-me sonhar... Nada em mim é risonho. Quero-te para sonho, Não para te amar*.
*versos de Pessoa

3 comentarios:

Anónimo dijo...

=)

Yo creo que hay historias de amor que sí tienen final feliz. Uno elige (bueno, dos eligen)

Anónimo dijo...

Es la historia con mas magia y encanto que has escrito.
Me gustan mucho los arreglos.
NO desaproveches el momento que se intuye en lo que has escrito.
Estoy muy orgullosa

Anónimo dijo...

Ains niña no hay nada como la lucha por el amor verdadero, aunq existan "barreras" pero creo que todo es superable si se quiere, el disfrutar el dia a dia, me encanta :D